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No he podido pesarme en varios días porque he estado fuera y pesarme en otra báscula pensé que me confundiría, así que esta mañana al levantarme he corrido hacia ella a pesarme. Casi dos kilos menos. Estoy que no quepo en mí de gozo. Ahora peso 84, 200. Oeeeeoeeeeoeeeeee. Jo, que alegríaaaaaaa

He podido comprarme  un vaquero con una talla menos, y mola un webo que empiece a notarse que voy bajando. Sigo muy animada y he pasado una prueba de fuego. Tuve que pasar unos días fuera y temía tener que pasarme. Pero no, no me he pasado.


Me llevé mi salvado de avena, mi molde de silicona para hacer el pan y algunas cosillas más, y ha sido de gran ayuda para seguir con mi forma de comer allá donde vaya (un P. Tinto no viaja sin su fuente de energía jajajaja). He salido un día a comer fuera, pero comí en un flunch así que me hice una superensalada, puse a un lado el atún para secarlo bien de aceite y le eché  cuanto aquello que ví que podía ser permitido. Genial.


Lo que no he llevado bien son los paseos porque he tenido mil cosas que hacer. Pero creo que una cosa ha compensado la otra porque en parte eran cosas para las que tenía que moverme. En cualquier caso volveré a mis caminatas que me vienen fenomenal.


Hoy me he desayunado un bocadillo, con pan dukan, claro, de pavo y queso de untar de 0% MG y un yogurt 0% MG. Aún no sé qué voy a comer pero es posible que me haga algo de pollo o de pescado.


Bueno ando algo acelerada aún pero espero recuperar mi rutina esta semana.


Besos a quien me lea.